miércoles, 22 de marzo de 2017

¿Qué es la Nomofobia? El gran temor de nuestros tiempos.


La Nomofobia es un término que describe el miedo a estar sin un dispositivo móvil.
Origen del término Nomofobia
La Nomofobia hoy en día se encuentra en todas partes, aunque es especialmente preocupante entre los jóvenes que han crecido ya con esta cultura del teléfono personal inteligente. El término es una abreviatura de “no – mobilis” teléfono y “fobia”, que fue  acuñado  durante un estudio hecho por la Oficina de Correos del Reino Unido en el año 2010. La Oficina de Correos encargó a la empresa de investigación YouGov, el estudio de los síntomas de ansiedad sufridos por los usuarios de teléfonos móviles. El estudio mostró que casi el 53% de los usuarios de teléfonos móviles en el Reino Unido tienden a estar ansiosos cuando “pierden su teléfono móvil, se quedan sin batería, crédito o no tienen cobertura de la red.”
El estudio encontró que alrededor del 58% de los hombres y el 47% de las mujeres sufren este tipo fobia, y un 9% adicional se siente estresado cuando sus teléfonos móviles están apagados. El estudio se realizó sobre 2.163 personas. El 55% de los encuestados citó el hecho de mantenerse en contacto con amigos o familiares como la razón principal para sentir ansiedad  cuando no podían utilizar sus teléfonos móviles. Sólo un 10% afirmó que la causa era su trabajo, ya que le exigía estar conectado permanentemente.

Consecuencias de la Nomofobia

Aunque no lo parezca de entrada, la Nomofobia tiene serias consecuencias en nuestras vidas.
1. Pérdida de tiempo
Mientras que muchos de nosotros estamos convencidos de que la multitarea nos permite hacer más cosas, la realidad es que la multitarea no funciona. Nuestros cerebros no están preparados para manejar dos o más tareas diferentes a la vez, de forma que al tratar de lograr varias al mismo tiempo, terminamos por hacer las cosas peor y perder más tiempo en vez de ahorrarlo.
2. Estar más ansiosos
No tener nuestro teléfono cerca nos puede aumentar considerablemente nuestros niveles de ansiedad. Un estudio británico mostró que el 51% de la población sufre “ansiedad extrema” cuando se separa de sus teléfonos inteligentes. Algo de eso se deriva de la sensación de que, si estamos separados de nuestros teléfonos, no nos incluirán cuando los amigos hagan planes o no sabrán cuál es el último meme Facebook, Twitter o Instagram.
Incluso nuestros cuerpos están empezando a reconocer cuando nuestros teléfonos no están presentes. Un estudio de la Universidad de Missouri descubrió que los usuarios de iPhone que se separaron de sus dispositivos durante situaciones que requerían una cantidad significativa de atención, como hacer un examen o completar una tarea de trabajo, podían dar lugar a un rendimiento más pobre. Eso se observó porque, cuando los participantes fueron separados de sus teléfonos y luego les pidieron completar sencillos problemas de búsqueda de palabra, su ritmo cardíaco y presión arterial aumentó, al igual que sus sentimientos de ansiedad.
3. Menos horas de sueño
Comprobar correo electrónico una y otra vez, asegurarnos de que no hay amigos que publican algo interesante, hacer una última mirada de Instagram... esto y otras cosas nos hacen ir cada vez más tarde a dormir.
Estamos siendo inundados a todas horas por la información cada vez más inmediata, también justo antes de acostarnos. Y la mayoría de nosotros dormimos con nuestros teléfonos cerca. Al parecer, por lo menos el 40% de los estadounidenses duermen con sus teléfonos móviles a su alcance. Entre los 25 y 29 años, el número es aún mayor: casi el 80% de los jóvenes tienen su teléfono justo al lado.
El peligro no es sólo que los pitidos o vibraciones durante la noche puedan despertarnos. Los teléfonos inteligentes también emiten una luz azul cuando les llega información, algo que por lo visto indica a nuestro cerebro que es hora de despertar. Las luces azules suprimen la melatonina, la hormona que dicta nuestros ritmos del sueño.
4. Los niños aprenden de lo que ven
“Haz lo que digo, no lo que hago”, esto resulta muy real cuando se trata del tiempo que pasamos con nuestro móvil. A pesar de que los adultos piden a los niños y adolescentes que moderen su consumo del teléfono, la mayoría pueden ver como sus padres no lo hacen.
Es lógico entonces que, en casi todos los estudios de utilización de teléfonos inteligentes, los adultos jóvenes son los que ofrecen los más altos índices de uso. Los niños están aprendiendo que estar siempre conectado es normal, y dejan de lado la importancia de la interacción de persona a persona.
Signos de Nomofobia
A continuación os presentamos algunos de los síntomas principales de adicción al móvil:
·        Miras siempre el móvil al despertarte y antes de acostarte.
·        No es raro que mires los mensajes o las noticias más recientes mientras estás comiendo.
·        Cuando el teléfono está fuera de tu alcance, tiene poca batería o está completamente apagado, te sientes ansioso o estresado.
·        Estar lejos del teléfono te hace sentir como si te faltara algo.
·        Has comprobado tu teléfono al menos una vez durante la lectura de este artículo!
También puedes realizar este test de adicción al móvil para comprobar tus resultados.
 https://www.psicoactiva.com/tests/test-adiccion-movil.htm
Cómo combatir la Nomofobia
1. Apaga el teléfono móvil al menos una hora antes de acostarte
Dale a tu cerebro la oportunidad de relajarse,  comprométete a apagar el teléfono una hora antes de acostarte. Las vibraciones y luces parpadeantes siguen siendo perjudiciales cuando tratamos de dormir, así que no mantengas el móvil cerca de ti durante esa última hora. Recuerda, si la Nomofobia nunca duerme y tú tampoco.
Si tienes alguna razón legítima para mantener tu teléfono cerca por la noche, ponlo en modo “no molestar” y coloca el teléfono al otro lado del cuarto. En este modo, el teléfono silenciará todas las notificaciones, pero permitirá habilitar excepciones, como una llamada telefónica de un número específico.
Recuerda: mirar la cantidad de “me gusta” a tu último mensaje de Instagram no es una razón legítima.
2. No utilices tu móvil de despertador
Utiliza un reloj de alarma tradicional para despertarte por las mañanas. Esto no sólo permitirá alejarte del móvil durante la noche, si no que en lugar de despertarte con la tentación inmediata de ver lo que te has perdido durante ese tiempo, podrás pasar los primeros momentos de la mañana desperezándote, pensando en lo que vas a hacer durante el día o, simplemente, haciendo otra cosa que no sea comprobar tu teléfono.
3. Establece ciertos momentos para comprobar tu teléfono
¿Realmente es imprescindible mirar cada correo electrónico justo en el momento de recibido? Utiliza el sentido común y al mismo tiempo ayuda a tu productividad mediante la designación de ciertos momentos para echar un vistazo a tu teléfono inteligente.
Por ejemplo, es posible que desees echar un vistazo a tus redes sociales y correo electrónico justo antes de empezar a trabajar, pues hazlo en ese momento y  luego deja el teléfono lejos hasta que puedas tomarte un descanso.
Una vez hayas terminado la jornada laboral, toma un período de tiempo determinado para comprobar el móvil, y luego deja el resto libre. Tal vez después de la cena (y mucho antes de la hora de dormir) puedas permitirte 10 minutos para revisar los mensajes que podrían haber llegado o que requieren tu atención.
Después sé intransigente: si no es algo que requiera tu atención en este mismo momento, puede esperar hasta mañana.
4. Establece zonas libres de teléfono
La designación de ciertos lugares y horarios libres de teléfono es una gran manera de hacer frente Nomofobia.
Las horas de comida son un buen punto de partida: practica a comer siendo más consciente de lo que estás haciendo en ese momento y mantén con alguien una conversación interesante. Es también una oportunidad única para ser un buen ejemplo para los niños; descubrirán el valor de la conversación y la buena comida.
5. Participa en el contacto humano real
Por último, en lugar de “conectar” con amigos y familiares a través de las redes sociales, trata de pasar algún tiempo real con ellos. En lugar de darle a “me gusta” al estado de tu primo, llámalo a escucha la historia de primera mano. Ves a tomar un café con tus amigos para ponerte al día de las novedades en lugar de utilizar el grupo del Whatsapp.
Somos animales sociales que prosperan en la interacción humana real. Y eso es algo que un teléfono inteligente no puede replicar.
Fuente: Blog de Psicoactiva


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