lunes, 31 de agosto de 2015

ALGO SOBRE EL ALMA VIEJA.



El creerse escéptico, científico y racionalista, no es más que otro sistema de creencia que se ubica en el otro extremo de aquel que se considera místico, esotérico y espiritual.
Creo que las dos partes son etiquetas que encasillan al ser, el cual es soberano y sin definición alguna. Tanto las corrientes de izquierdas o de derechas, ateos y creyentes forman parte de ese conjunto en el cual estamos todos relacionados. Por lo que entiendo que todos tenemos un poco de cada cada bando, todos en algún momento hemos tenido que experimentar el sabor de esas polaridades.
¿Entonces quién puede ahora arrojar la primera piedra y decir "Yo no", "yo soy puro y nunca he participado"?. Aún ni en sus múltiples reencarnaciones, en esa variedad que conforma al colectivo y la cultura humana.
  • Un alma vieja ya no juzga, pues sabe que ese rol del verdugo y del presidiario, también él lo vivió.
  • Un alma vieja siente amor por toda esa humanidad, tanto la que dicen "perdida", como la "encontrada", descubre que no hay distinciones, sabe que se sufre en ambos polos. Por eso un alma vieja disfruta pero no se queda, no atrapa, comparte con el amigo, pero sigue de largo. 
  • Un alma vieja es siempre amorosa, porque ha recibido mucho amor, sabe de la angustia del ser humano, sabe que detrás de cada rostro hay un hermano, porque sabe de tribulaciones, sabe lo que es sentirse solo, pero también sabe de la soledad de los que piensan lo tienen todo y están vacíos por dentro. 
  • Un alma vieja se irrita, pero no le dura el enojo hasta el mediodía. 
  • Un alma vieja se ríe de ella misma y encuentra en cada detalle el buen motivo para una carcajada, aunque parezca una tontería.
  • Un alma vieja aunque vista de harapos, sabe que es princesa, por eso puede que sea algo despistada con los bienes terrenales.
  • Un alma vieja dará de su mayor tesoro a todos y nunca se cansará de amar, aunque se queje en algún momento, pronto se le pasa. Así criará a sus hijos, le saldrán canas y sus ojos se despedirán de ellos más chispeantes que nunca.
http://rolypolanco.blogspot.com.ar/



Tú eres tu propia creación: acéptala y celébrala! Por Laura Foletto.


“¡Qué estúpido que soy!”.  “Nunca voy a lograr ese ascenso”.  “No sirvo para nada”.  ¿Cuántas veces decimos cosas como esas, o peores?  Nos destratamos constantemente.  Insultos, humillaciones, desvaríos, dudas, autoprofecías cumplidas, son el telón de fondo de nuestras vidas.  ¿Es posible desarrollarnos así?

Nos recriminamos los defectos, nos exigimos las faltas, no nos reconocemos las cualidades.  Vivimos deseando ser otros, debilitándonos en cada pensamiento, sufriendo en cada emoción.  La religión y la cultura han puesto modelos inalcanzables o imposibles, que no registran el aprendizaje y la transformación como motores.  “Debemos” ser buenos, exitosos, múltiples, excelentes en cada cosa, prósperos, felices.  ¿Quién puede conseguir todo eso, sin renunciar a su individualidad, a su esencia?

Nuestro interior choca contra tanto mandato y aparece el drama.  Y el drama es proporcional a la magnitud del Ego.  

Cuanto más Ego, más desdicha y resistencia.  Esta sociedad está construida y manejada a través del Ego, está desacralizada, salvo en lo exterior y superficial.  Es común el Ego “espiritualizado”, con mucha teoría y rituales, pero sin incidencia en las vidas cotidianas.

Nos cuesta enraizar la espiritualidad.  Quizás, porque hemos separado cuerpo y alma.  Lo material por un lado, lo anímico por otro y un especialista para cada cosa.  Hemos diseccionado todo hasta lo ínfimo para encontrar que es igual a lo cósmico.  Pero todavía no hemos podido integrarlo concretamente.

Al rechazarnos y pelearnos con nosotros mismos, ¿lo conseguiremos? Claramente, no.  Sin embargo, lo seguimos haciendo.  Resabios de una educación autoritaria, censora y condenatoria, tal vez.  Ahora, se agrega la contraria: permisiva, relativa y mutable.  Entre ambas, no encontramos un equilibrio sano y sostenible.

Te invito a plantearte algunas cuestiones, que te pueden ayudar.  

Cuando te aceptas, no te resignas.  Significa que te apruebas en este momento, sabiendo que ya eres y tienes lo que necesitas para estar bien.  

A medida que continúas en tu camino, irás desplegando más potencial y creatividad, incorporando conciencia y empatía hacia ti y tu entorno.  

Entenderás que la felicidad no es la suma de personas o cosas a tu vida: es la paz contigo mismo.  Una vez que te aceptas y te celebras, la paz y la alegría de ser tú mismo atraerá un mundo de armonía y abundancia disponible ya mismo, según tu nivel energético.

Cuando te rechazas, niegas tu mayor creación: tú mismo.  No eres un rejunte aleatorio de genes ni una casualidad ni un accidente ni uno más.  Estás aquí porque lo decidiste.  Y también decidiste tu cuerpo, tu personalidad, tus padres, tu lugar, tus metas.  “¡Y justo a mí me tocó ser yo!”, podrías decir.  Sí, es tu elección y es magnífica.  Diseñaste tus cualidades y tus desafíos, calibrados para evolucionar junto con el Universo.  ¡Qué maravilloso!

¿Por qué lo desprecias?  Quizás porque lo desconoces o porque crees que no lo mereces.  Libera esas concepciones que te han impuesto para manipularte.  Eres un ser humano divino, en tiempos excepcionales, con oportunidades increíbles.  Desecha los cantos de sirena del sistema y mírate al espejo: respira, este aire te conecta con todos tus hermanos y con la energía sagrada que te dio Vida. Siente tu corazón llenarse de la paz de ser tú mismo, del amor de aceptarte íntegramente, de la unión de ser parte de Dios/Diosa.


http://abrazarlavida.com.ar/

domingo, 30 de agosto de 2015

Cuando te permites lo que mereces, atraes lo que necesitas.


Cuando eres consciente de lo que mereces, y por fin, te lo concedes, y aprendes a priorizarte un poco más a ti mismo, llegará lo que necesitas en realidad. No es magia, ni es el universo tejiendo sus leyes de atracción. Es nuestra propia voluntad para ser felices, para tomar las riendas de nuestra vida…

Empezaremos proponiéndote una pequeña reflexión… ¿Qué es lo crees que te mereces a día de hoy?

Puede que hayas pensado en un descanso. En permitirte que el tiempo discurra un poco más despacio para poder así, apreciar todo lo que te rodea. Disfrutar del “aquí y ahora”, sin estrés, sin ansiedad.

Es posible que hayas pensado también “que mereces alguien que te quiera”, que te reconozcan un poco más. Sueles esforzarte mucho por los demás y no siempre ven todo aquello a lo que has llegado a renunciar.

Todos, en nuestro interior, sabemos qué es lo que merecemos. No obstante, el reconocerlo es algo que a veces nos cuesta porque pensamos que puede llegar a ser una actitud egoísta.

¿Cómo decir en voz alta cosas como “necesito que me quieran”, “merezco ser respetado/a”, “merezco tener libertad y tener las riendas de mi vida”? En realidad, basta con decírnoslo a nosotros mismos.

No debemos equivocarnos, porque priorizarnos un poco más no es una actitud egoísta. Es una necesidad vital, es poder crecer interiormente para ser felices.

Te invitamos a reflexionar con nosotros.

Las actitudes limitantes

Muchos de nosotros solemos desarrollar a lo largo de nuestra vida muchas actitudes limitantes. Son creencias en ocasiones inculcadas durante nuestra infancia, o incluso desarrolladas posteriormente en base a determinadas experiencias.

Son esos pensamientos expresados en frases como “no valgo para nada”, “yo no soy capaz de hacer eso, fracasaré”, “¿Para qué intentarlo si siempre me salen las cosas mal?”…

Una infancia complicada con unos progenitores que nunca nos dieron seguridad, o incluso relaciones afectivas basadas en la manipulación emocional, suelen limitarnos casi de un modo determinante. Nos volvemos frágiles por dentro y vamos poco a poco, deshilachando nuestra autoestima.

Reestructura tus creencias. Tú eres más que tus experiencias, no eres quien te hizo daño o quien alzó muros para privarte de tu libertad. Mereces avanzar, mereces leer en tu interior y reconocer tu valía, tu capacidad para ser “apto” en la vida y sobre todo, feliz…

Lo que mereces, lo que necesitas

Lo que merecemos y lo que necesitamos está tan unido como el eslabón de una cadena. Te pondremos un ejemplo: “Necesito a alguien que me quiera”. Es un deseo común. No obstante, empezaremos cambiando la palabra “NECESITO”, por “MEREZCO”.

Te mereces a alguien que sepa leer tus tristezas, alguien que atienda tus palabras, que sepa descifrar tus miedos y ser el eco de tus risas. ¿Por qué no? Al cambiar la palabra necesidad por merecer, eliminamos ese vínculo de apego tóxico que en ocasiones, desarrollamos en nuestras relaciones afectivas.

Si necesitamos algo para ser felices
nos volvemos cautivos de nuestras propias emociones

Empieza por ti mismo/a. Sé tú la persona que quisieras tener a tu lado… La que merece caminar los pasos de tu vida. Al final, llegará alguien que se reflejará en ti. No obstante, empieza también con estas importantes dimensiones:

-Libérate de tus miedos.

-Disfruta de tu soledad, aprende a leer en tu interior, a empatizar más contigo a la vez que con los demás.

-Cultiva tu crecimiento personal, disfruta de tu presente, de lo que eres y de cómo eres.

-Aprende a ser feliz con humildad, desactivando el ego, madurando emocionalmente.

En cuanto te des a ti mismo todo aquello que mereces,
convirtiéndote en la mejor versión de ti, llegará lo que necesitas.

Priorizarse a uno mismo no es ser egoísta

Muchas veces seguimos siendo prisioneros de esos pensamientos limitantes explicados al inicio. Hay quien encuentra su felicidad dándolo todo por los demás: cuidando, atendiendo, renunciando a ciertas cosas por los demás.

Es posible que nos educaran así. Ahora bien, siempre llega un momento en que hacemos balance y algo falla. Aparece el vacío, la frustración, el dolor emocional…

Como todo en esta vida, existe la armonía, la conjunción de tu espacio y mi espacio, de tus necesidades y nuestras necesidades. La vida en familia, en pareja o en cualquier contexto social, debe construirse mediante un adecuado equilibrio donde todos ganen y nadie pierda.

En el momento que hay pérdidas, dejamos de tener el control de nuestra vida, dejamos de ser protagonistas para convertirnos en actores secundarios.

Reflexiona durante un instante en estas breves ideas:

-Merezco un día de descanso, para mí mismo, en soledad. Esto me ofrecerá lo que necesito: pensar, liberarme del estrés y relativizar las cosas.

-Merezco ser feliz, tal vez sea el momento de “dejar ir” determinadas personas, o aspectos de mi vida.
Ello me permitirá conseguir lo que necesito: una nueva oportunidad.

Todos merecemos dejar de ser cautivos del sufrimiento, de nuestras propias actitudes limitantes. Abre los ojos a tu interior, descifra tus necesidades, escucha tu voz. En el momento que te permitas lo que mereces, llegará lo que necesitas.

Rincón del Tibet
http://paradigmaterrestre.com/

Seis maneras de neutralizar la energia negativa.


Esta mañana he recibido un comentario amenazante a la entrada que escribí hace un tiempo titulada: “El Desarrollo Personal como Herramienta de Manipulación”. Parece ser que la persona en cuestión se ha sentido ofendida y me ha recomendado que tuviera cuidado.

Por supuesto que lo primero que he hecho ha sido eliminar el comentario. No por censura, sino porque con ello no generaba nada constructivo en relación al contenido, solo maledicencia y negatividad.
A nadie nos gusta recibir mensajes de este tipo y menos cuando nuestro objetivo es aportar información y valor para el crecimiento espiritual de las personas. Creo que esta persona no ha comprendido bien el mensaje y por eso ha reaccionado de esa manera.
Este tipo de comportamiento desprende lo que se suele llamar “energía negativa”. Generan malestar con la intención de hacer daño y de limitar la libertad de los demás. Pero está en nuestras manos el dejarnos invadir por esta energía o no.
Os dejo algún truco que nos puede ayudar a enfrentarnos y bloquear este tipo de energía:
1.    Serenidad

Como ya he comentado, lo primero que he hecho ha sido eliminar el comentario. Este hecho ha causado que ahora, cada vez que veo el comentario no me siento mal ni absorbida mi energía. Estoy más calmado que si lo hubiera dejado.
Un minuto de respiración y todo vuelve a su ser.
2.    Comprensión

Hay que tener en cuenta las circunstancias de la persona que nos manda esa energía negativa. Quizás esté pasando por una mala racha o esté sufriendo por algo que no conocemos.
No hay que olvidar que muchas veces venimos ya con unos patrones heredados de comportamiento que nos hacen actuar de una manera nada asertiva con lo demás. Si es nuestro cado debemos recordar que está en nuestras manos cambiar esta tendencia.
3.    Energía Positiva

Ante la energía negativa… ¡energía positiva! Pero esta energía positiva tiene que proceder de la comprensión anterior, nada de superficialidades y buenas intenciones de pensamiento.
Muchas veces deseamos y enviamos energía positiva por ritual, costumbre o buenos deseos pero con el corazón puesto en nuestro interés. En este caso debemos apartar al ego y dejar salir nuestro YO más puro.
4.    No es nuestra

Por otro lado también debemos tener en cuenta que esa energía negativa que nos envía una persona no es nuestra. Muchas veces nos cuesta darnos cuenta de este hecho. Nos quedamos con ella, la amasamos hasta que nos sentimos francamente mal.
En estos casos tenemos que tener presente que esa mala intención cargada de energía negativa es propiedad de la fuente de la que emerge, es decir, de la persona que la emite. Hacerla nuestra es quedarnos con algo que no es nuestro y además nos hace daño.
5.    Enfocar

Si estamos dándole vueltas a la cabeza por habernos apropiado de esa energía negativa, podemos empezar a poner toda nuestra atención e intención en aquello que es realmente importante para nosotros.
Quizás el jugar con nuestros hijos, adelantar un trabajo importante o conseguir una cita con alguien especial provoque que pongamos toda nuestra energía constructiva donde realmente merece la pena y neutralizar así lo negativo.
6.    Amor

Y ante todo y que no falte: mandar Amor a esa persona, sentir Amor por ella, pues todos somos uno. No solo enviar energía positiva, sino además desearle todo lo positiva que pueda recibir; solo así ganaremos nosotros, ganará esa persona y ganaremos todos.
El Amor sana y neutraliza la negatividad. La oscuridad es solo la ausencia de Luz.
Carlos Postigo
http://www.psiconex.com/

La Paz… (Krishnashi)



10-09-1961.- (Diario 1, de K.)

Es una mañana sin una sola nube; el sol parece haber desterrado todas las nubes de la escena. Hay paz excepto por el rugir del tráfico, que prosigue aun en domingo. Las palomas se calientan sobre los tejados de zinc y son casi del mismo color que éstos. No corre un soplo de aire, aunque se está agradablemente fresco.
 Hay una paz que está más allá del pensamiento y el sentimiento. No es la paz del sacerdote, ni la del político, ni la de aquel que la busca. La paz no es para ser buscada. Lo que se busca ya debe ser conocido y lo que se conoce nunca es lo real. La paz no es para el creyente o para el filósofo que se especializa en teorías. No es una ‘reacción’, una respuesta contraria a la violencia. No tiene opuesto, todos los opuestos deben cesar, debe cesar el conflicto de la dualidad. La dualidad existe, luz y oscuridad, hombre y mujer, etc., pero de ningún modo es necesario el conflicto entre los opuestos. El conflicto entre los opuestos surge únicamente cuando hay deseo, el compulsivo apremio por realizar, el deseo sexual, la exigencia psicológica de seguridad. Sólo entonces hay conflicto entre los opuestos; escapar de los opuestos -apego y desapego- es buscar la paz mediante la iglesia o la ley. La ley puede dar y, de hecho, da un orden superficial; la paz que ofrecen la iglesia y ‘el tiempo’ es una fantasía, un mito hacia el cual puede escapar una mente que está confusa. Pero esto no es paz. El símbolo, la palabra deben ser destruidos, no destruidos con el fin de tener paz, sino que deben ser hechos pedazos porque son un impedimento para la comprensión. La paz no es algo que esté en venta, un artículo de canje. El conflicto en todas sus formas debe cesar, y entonces tal vez ‘eso’ esté ahí. Tiene que haber ‘negación total’, el cese de las urgencias internas, de los deseos; sólo entonces el conflicto llega realmente a su fin. En ese vacío hay un nacer. Toda la estructura interna de resistencia y seguridad debe desvanecerse y desaparecer; únicamente entonces adviene el vacío. Sólo en este vacío hay paz, una paz cuya virtud no tiene precio ni significa una ganancia.
Temprano en la mañana estaba ahí, llegó con el sol en un cielo claro y opaco; era algo maravilloso pleno de belleza, ‘una bendición’ que nada pedía, ni sacrificio, ni discípulos, ni virtud, ni rezos secretos. Estaba ahí en plenitud y sólo una mente y un corazón plenos podían recibirla. Estaba más allá de toda medida.

http://la-clave-de-la-rosa.blogspot.com.ar/



Sentires del Corazón... Dar Amor desde el Ser.




Amados...

Hoy es mejor día para Sentir el Amor desde el Ser Interior, desde la misma Esencia Divina.

¿Cuándo sabemos que realmente estamos amando desde nuestra Esencia Divina...?

Cuando no esperas respuesta en tu entrega de amor.
Cuando tu mayor éxtasis de Amor es dar amor...

Es dar amor en todas las circunstancias, en las dolorosas y en las afortunadas.

Es Amar sintiendo que el otro puede ser o no consciente del Amor incondicional que tú le entregas, entonces...

Sus respuesta pueden ser...

Rechazo por el miedo de Amar y ser herido,
pues aún no comprendió, que el amor no hiere, es el ego el que establece la división entre el amor y el vacío de amor.


Se confunde el Amor Ilimitado con el amor de pareja, con el amor por interés, con el amor que limita al otro, con el amor y la dependencia con el otro...

El Amor es uno solo, no existen varios, es uno.

Es uno desde tu Esencia Divina.

Entonces, desde ahora...

Cuando digas "te Amo", dilo desde tu corazón...

Sin importar la edad, el sexo, la belleza...
Sin importar si te aman de la misma forma que tú lo haces.

Simplemente AMA!!!

Sentirás que el éxtasis del Amor te envuelve en más y más Amor.

El amor se incrementará en Ti!!!!
en la misma proporción que el amor que entregas a todos y a todo.

Ama... sin importar a quién, en dónde, cómo y sin buscar un por qué!!!

Ama y serás libre...

Con Amor, Ashamel Lemagsa.